Ubicación de la falla geológica en Quito
Fallas geológicas del Ecuador
Una falla geológica es una fractura en las rocas que por efecto de las fuerzas a las que está sometida se mueve, provocando sismos. En el país, debido a las interacción de las placas Nazca y Sudamericana, se producen fuerzas muy importantes sobre los bordes de ambas placas y se generan fracturas en el interior de éstas a las cuales se las conoce como fallas geológicas.
Los principales sistemas de fallas activo del país son el Pallatanga-Chingual y el sistema de fallas geológicas que atraviesan la región Subandina (se extiende por más de 200 kilómetros) e Interandina. Éstos pueden ocasionar sismos de hasta 7.2 grados en la escala de Richter en Quito.
Este sistema de fallas también puede ser submarino, es el caso de la fosa de subducción del Océano Pacífico (más de 200 kilómetros de distancia de Quito), que podría ocasionar sismos mayores de 7.7 grados en la escala de Richter en la capital.
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¿Por qué se producen los sismos en nuestro país?
Nuestro país se localiza en la zona de colisión de la placa oceánica Nazca con la placa continental Sudamericana. Esta interacción hace que se acumulen esfuerzos tanto en la zona de contacto como en la parte interna de las placas continental y oceánica. Cuando se liberan los esfuerzos en la zona de subducción o en las fallas tectónicas, se producen los sismos.
Sismicidad histórica
Antes de la aparición de los instrumentos de medida, los sismómetros, se conocía de la ocurrencia de los eventos sísmicos por los efectos que dejaban sobre las personas, las propiedades o el medio-ambiente. En épocas recientes, este tipo de datos se encuentran en archivos históricos, pero para el caso de eventos de mayor antiguedad, solo se tiene información si estos dejaron su huella en el medio-ambiente, este es el caso de eventos sísmicos de gran magnitud acurridos hace miles de años.
La historia sísmica del Ecuador está llena de dolorosas experiencias, producto de grandes catástrofes que dejaron a su paso muerte y destrucción a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. En términos generales, si tomamos en cuenta los temblores de pequeña magnitud que no son sentidos por las personas y son detectados únicamente por los sismógrafos, el número de sismos que se registran en nuestro territorio pueden sumar decenas de miles por año. Dentro de esta gran cantidad de actividad sísmica, de tiempo en tiempo ocurren grandes terremotos, cuya historia se inicia en 1541.
Hasta la actualidad, en un lapso de 458 años, han ocurrido en nuestro territorio 37 terremotos de intensidad igual o mayor a VIII (Escala Internacional de Mercalli), grado a partir del cual, los efectos son de consideración. Y si se toma en cuenta los sismos a partir de la intensidad VI, (que es el grado desde el cual se presentan daños leves), hay que añadir 96 eventos que han causado daños desde leves hasta moderados.
Es imposible cuantificar las pérdidas materiales ocasionadas por estos terremotos, y en lo referente a las pérdidas de vidas, éstas superan las 80.000 muertes.
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